viernes, 8 de marzo de 2013

Vasijas


Este texto surge de un ejercicio mental, en  una reunión con unos amigos en honor al dios baco.



Me dibujo en la imagen del patio de una vecindad, me arropo e interpreto palabras consumidas y consumadas por un rastro de nicotina, en mis venas se vierte el elixir de aquel dios llamado baco, para difuminar entre colores infernales los cuadros perdidos de aquel viejo museo que vive en la memoria de un viejo desquiciado, me dispongo a practicar un baile aquelarre para celebrar a la inmundicia de este sentimiento enterrado en lo más profundo de mi cuero cabelludo, por ti soy capaz de quitarme uno a uno cada cabello que representa ideas largas e inconstantes, a pesar del deterioro…  de lo no memorable, con la combinación de reacios vestíbulos de la ceguera nocturna, vespertina, viperina, de esos añorables consuelos que carecen los hombres esteparios y las mujeres dormidas, todas la hadas deciden suicidarse en el árbol de la vida vestidas de color purpura, con aliento a dolor, mugrosas de fiesta intransitables por la vía láctea, que de por sí, no intentan amamantar óbitos efímeros, tampoco criaturas preñadas de ignorancias rancias, ahogadas en la indiferencia ante el mundo y ante el no dios  mundano, perverso de vidas, y zapatos pestilentes  de oquedad finita, que rasgan las corneas eróticas de la preciosa atenea, sin poder evacuar las flores de Baudelaire, ni el acartonado gesto de Keaton,  simplemente reptar  bajo las constituciones de los países del silencio.



Rafael, Deysi, Tonatiuh, Antonio y Ramiro.

“Nicoletta Ceccoli”
El lado rosa del surrealismo




Nacida en San Marino,Italia en 1973; dedicada principalmente a la ilustración de obras basadas en cuentos infantiles, llenas de ternura y controversia, Nicoletta Ceccoli nos presenta creaciones caracterizadas por el surrealismo pop, colocando como tema principal a muñecas con cabezas desproporcionadas utilizando  colores pasteles para dar vida a sus personajes, los cuales en conjunto a los elementos encontrados en sus ilustraciones asemejan a un sueño.



Sus obras se encuentran llenas diferentes objetos que representan un mundo de fantasía que rodean a sus personajes. (Animales reales y animales imaginarios abundan en ese espacio intermedio entre el sueño y las pesadillas).





Ceccoli se declara una enamorada de la ilustración infantil. 
>> Siempre he tenido el deseo de trabajar como ilustradora de libros infantiles desde mis primeros años en la escuela. Lo considero como una forma de arte. Quiero seguir con ella todo el tiempo mientras pueda encontrar proyectos interesantes. Tuve una experiencia muy especial con mi último libro “The Girl in the Castle Inside the Museum”, escrito por Kate Bernheimer y publicado por Random House. La historia era muy simple y abierta a interpretaciones en relación a las imágenes que utilizaba. Pensé en ponerlo en un museo del juguete con la chica que vive en un pequeño castillo de juguete. Siempre he tenido un interés particular, amor/obsesión, por las muñecas. Era libre para llevar sus historia por un camino surrealista.<<





Sus trabajos han sido expuestos en siete oportunidades en la prestigiosa Bologna Children’s Book Fair. Ha obtenido varios premios internacionales, como el premio Andersen-Baia delle Favole (2001), el premio a la excelencia otorgado por la publicación Communication Art (tres veces) y la medalla de plata de la Sociedad de Ilustradores de Nueva York (2006).


"Cabezas de Cera" una propuesta que extasía los sentidos


Cabezas de cera es un trió de rock progresivo mexicano que se formó en el año 1995 la ciudad de México, el trió está compuesto por Mauricio Sotelo (stick, guitarra y bajo), Francisco Sotelo (percusiones) y Ramsés Luna (vientos), su propuesta conjuga una fusión  de diversas corrientes musicales, como el rock, jazz, música clásica, ambiental y folklore, lo cual la hace una propuesta muy innovadora e interesante.

La banda comenzó a presentarse en México ganándose rápidamente la aceptación del público y editando su primera producción sólo en formato de cassette. Con el pasar del tiempo, Cabezas De Cera fue integrando cada vez más instrumentos en su creación, logrando una diversidad sónica y de estilos única en nuestro tiempo. En 1998 Francisco Sotelo generó un proyecto llamado "MetalMúsica" en el cual propuso la construcción de instrumentos musicales antes inexistentes, experimentando con el hierro como material sonoro. El resultado de la iniciativa ha dado como resultado tres instrumentos definidos como prototipos del proyecto "MeatlMúsica". Por ejemplo, el primero, llamado armatoste, es una caja hexagonal truncada, decorada con un grabado en bajorrelieve, que en la parte superior sostiene diez cuerdas metálicas en dos brazos que horizontalmente parten a extremos opuestos. Además contiene dos pastillas eléctricas y su afinación es variable. Los otros dos instrumentos son la citarra y el Kitai.

A raíz de este proyecto la banda se dividió en dos partes. La primera con instrumentos tradicionales (guitarras, percusiones y vientos) y la segunda con estos instrumentos inventados y desarrollados musicalmente por ellos mismos. En sus presentaciones dividen el show en dos secciones, interpretando en una los instrumentos formales y en la otra, los del proyecto "MetalMúsica".


He tenido la oportunidad de verlos en vivo y es una degustación tanto auditiva como visual, aunque me hubiera gustado verlos y escucharlos en un teatro cerrado, sin embargo me lleve un buen sabor de boca, es impresionante ver la gran variedad de instrumentos que manejan en el escenario tanto los instrumentos habituales del rock como los rústicos que ellos mismos crean, es  interesante escuchar  la combinación de los sonidos propios de cada instrumento mezclados con efectos  electrónicos (pedaleras) y una riqueza rítmica extraordinaria, las  tesituras que salen de cada instrumento se encuentran en perfecto equilibrio, puedes cerrar los ojos y dejarte llevar por la atmósfera que se crea. Es un verdadero pasón auditivo.



Les dejo algunos vídeos para que puedan apreciar esta innovadora propuesta.



Cabezas de cera-indomable, en el programa de TV "Acústico" con Eugenia León. 



Cabezas de cera-fundición,en el programa de TV "Acústico" con Eugenia León. 

Fernando Pessoa


Fernando Pessoa nació en Lisboa en 1888, poeta Portugués, pasó su infancia y juventud en la República de Sudáfrica e inició estudios de derecho en la Universidad de El Cabo; regresó a Lisboa en 1905. Inició su obra literaria en inglés, aunque a partir de 1908 creció su interés por la lengua portuguesa.
   Su obra es una de las más originales de la literatura portuguesa y fue, junto con Sá Carneiro, uno de los introductores en su país de los movimientos de vanguardia. 
     A partir de 1914 proyectó su obra sobre tres heterónimos: Ricardo Reis, Álvaro de Campos y Alberto Caeiro, para quienes inventó personalidades divergentes y estilos literarios distintos.
    Sobre estos desdoblamientos del poeta en varias personalidades, se reflejan sus distintos yosconflictivos, y elabora su propia obra poética, a veces experimental, una de las más importantes del siglo XX.


Empiezo A Conocerme. No Existo.

Empiezo a conocerme. No existo.
Soy el intervalo entre lo que deseo ser y los demás me hicieron,
o la mitad de ese intervalo, porque además hay vida…
Soy esto, en fin…
Apaga la luz, cierra la puerta y deja de hacer ruido de
zapatillas en el pasillo.
Quede solo yo en el cuarto con el gran sosiego de mí mismo.
Es un universo barato.

“Las batallas en el desierto”



Nacido en la Ciudad de México en 1939, José Emilio Pacheco es un poeta, ensayista, traductor, novelista y cuentista que comenzó a brillar desde muy joven demostrando su dominio de las formas clásicas, modernas y el enfoque universal de su poesía.

     Tras un gran camino de éxitos, Pacheco nos presenta en 1981 con un lenguaje sencillo y mediante la prosa de aquél México de mediados de los años cuarentas “Las batallas en el desierto”, cuento que narra la vida de un país, enfrentado a cambios como el capitalismo y la introducción del mercado extranjero.



      Obra protagonizada por un ser a quien el autor dota de inocencia pura, Carlos, un niño que vivió en México durante el gobierno de Miguel Alemán; hijo del propietario de una fábrica de jabón y una madre prejuiciosa; amigo de Jim el hijo de Mariana, quien fuera la causa de la gran polémica que existe dentro de la familia de Carlos.


     La trama de la obra nos relata una situación en la que los personajes viven en estratos sociales diferentes, el amor que Carlos siente por Mariana, aquella dama envuelta por misterio, ensombrecida por las murmuraciones de la gente. La reacción de los mayores respecto a este sentimiento, como llevar a Carlos al psiquiatra, en donde el protagonista refleja sentimientos que lo vuelven real y casi evidente como un ser humano existente.

         Así los versos rodeados de ideales que se entrelazan y nos adentran al relato nos permite llegar a una completa visión de la obra.





Damien Hirst


Damien Hirst nació en Bristol, Inglaterra  el 7 de junio de 1965, es el artista más prominente del grupo llamado Young British Artists («jóvenes artistas británicos», o YBAs por sus siglas en inglés). Ha dominado la escena del arte en Inglaterra desde principios de los 90 y es internacionalmente conocido como el artista vivo con la obra mejor pagada.

Estudió Bellas Artes en Goldsmiths, Universidad de Londres (1986-89), mientras Hirst estudiaba también trabajaba a tiempo parcial en una morgue, una experiencia que influyó posteriormente en su elección de temas y materiales.Hirst ha admitido siempre serios problemas de drogas y alcohol, al menos durante diez años, del periodo de los 90 en adelante: « Empecé a consumir cocaína y a beber... Me trasformé en un balbuceante náufrago de mierda ». 

La muerte es el tema central de su trabajo. Es conocido sobre todo por sus series de Historia natural ("Natural History"), en las cuales, animales muertos (como tiburones, ovejas o vacas) son preservados, a veces diseccionados, en formol. Uno de sus trabajos más icónicos es La imposibilidad física de la muerte en la mente de algo vivo (The Physical Impossibility of Death in the Mind of Someone Living). Se trata de un tiburón tigre de 14 pies de largo inmerso en una vitrina con formol. Debido a la descomposición del tiburón tigre, fue reemplazado con un nuevo espécimen en 2006.

"For the Love of God"Es una escultura echa de un cráneo humano del siglo XVII, con platino derretido e incrustaciones de 8.601 diamantes, hasta el momento es la obra mejor pagada de un artista vivo fue vendida en  cincuenta millones de libras esterlinas (74 millones de euros).







El becerro de oro (The golden calf) es otra de sus obras por las que obtuvo una jugosa suma de dinero,10.34 millones de libras (unos 14 millones de euros).
También es conocido por sus pinturas girantes («spin paintings»), hechas en una superficie circular girante, y pintura de puntos («spot painting»), los cuales consisten en filas de círculos coloreados al azar; estas obras han sido muy imitadas en gráficos comerciales.



Les comparto un vídeo de una de sus exposiciones, donde podrán observar varias de sus creaciones.


"La distancia no es olvido"


Es momento de una recomendación literaria; una obra,que si bien es muy conocida, pocos la han leído. "Cien años de Soledad" es un reflejo sobre las emociones por las cuales el ser humano atraviesa a lo largo de su vida.En lo personal, es considerado una de las mejores obras contemporáneas. Para hacer énfasis en esto, comparto una crítica literaria  de Pablo Herranz (crítico literario) sobre el contexto que abarca "Cien años de Soledad". 




La novela de Gabriel García Márquez, no lo recuerdo con claridad, debió caer en mis manos hacia 1982 o 1983, cursando el BUP (tomo como referencia el infame intento de golpe de Estado de 1981, que me pilló en octavo de Básica; esto no hay quien lo olvide). Por entonces corrían de pupitre en pupitre los libros de Luís Martín Vigil, cuyas portadas (nunca osé traspasarlas) prometían encuentros de amor adolescente. Había otro libro,Cien años de soledad, que gozaba de cierta popularidad; algo de picante debía tener. Y vaya que sí: visitas furtivas en plena noche en la que había que encontrar el camastro a tientas, abrazos sellados con almíbar... Pero lo que realmente me impresionó de esta novela fue el estilo. Gracias a ella comprendí una de las verdades de Perogrullo: la íntima interconexión que existe entre lo narrado y la forma de hacerlo, y cómo sólo mediante el pulido de esta última se puede llegar a transmitir una historia con toda su fuerza. Lejos de aquellas novelas narradas "en tiempo real", una especie de compendio de diálogos embutidos entre perezosas descripciones, en Cien años de soledad se aborda una novela-río, una historia intergeneracional, y el narrador se detiene en aquellos pasajes que lo merecen, y exhibe una intención hacia los personajes, y los dota de calidez humana, en una villa, Macondo, que se diría el espejo de toda una nación. No obstante, aparte de que se pueda decir que el estilo no resulta ostentoso, lo que prevalece de Cien años de soledad es una aureola de cuento, de historia narrada por alguien que la ha vivido de primera mano y se decide a contarla al final del día, embelleciendo un pasaje aquí y exagerando otro allá, hasta adquirir casi tintes legendarios. 
Fue también esta novela la primera en la que tope con el tan comentado realismo mágico, esa admisión del lado esperpéntico de la vida con una naturalidad a prueba de clichés. La herencia hispánica del esperpento se hacía evidente en unas latitudes en las que el surrealismo está al orden del día: una niña vaga con los huesos de su progenitora en una bolsa, un galeón aparece varado en la selva, una fiebre de insomnio aqueja a Macondo, a resultas de la cual sus habitantes olvidan los nombres de los objetos y deciden colocar carteles (silla, mesa, pared, cacerola y hasta un "Dios existe") a fin de no quedar desmemoriados por completo, como almas en pena. 
Al igual que para otros muchos lectores españoles, el autor de Cien años de soledad y de El amor en los tiempos del cólera fue para mí una puerta por donde se coló un elenco de escritores americanos (Rulfo, Cortázar, Borges, Carpentier), quizá de una forma injusta por unificar a Hispanoamérica como una sola región cultural pero beneficiándose a la postre de la aportación transatlántica. Porque ante todo Cien años de soledad, a través de un dominio del lenguaje sobrenatural, diferente, inalcanzable para un español, me enseñó otra de las verdades de Perogrullo: la constatación de que la riqueza de la lengua castellana pasaba por Hispanoamérica, en todas sus variantes regionales y nacionales, y prácticamente la asunción de que en ella descansa su principal promesa de futuro. 
La distancia no es olvido.
 

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